En la actualidad, la industria centra gran parte de su atención en la transparencia de la cadena de suministro, mediante el uso de algunas tecnologías o procesos.

En el caso de la implementación del blockchain en cada punto, desde el minorista hasta el agricultor en el campo, es un esfuerzo admirable, la instalación de dicho sistema es un proyecto enorme, por lo tanto, examinar la razón inicial para asumir blockchain podría ayudar a conducir a una mejor solución.

Es por esta razón que debéis comparar como trabajar con los fabricantes o proveedores, los cuales no solo se centran en esta tecnología, sino utilizan pruebas exhaustivas, para proporcionar una transparencia de la cadena de suministro, que resulta más económica y factible que la tecnología blockchain.

Los problemas del blockchain.

Debido a que la tecnología blockchain es bastante costosa económicamente y requiere gran cantidad de trabajo, la pregunta es  ¿quién asumirá los costos adicionales de un proyecto de este tipo?.

Es que en realidad, ninguna parte de la cadena de suministro recibe con agrado el aumento de los precios, por lo que es muy probable que acabe sobre los hombros de los consumidores.

Y además, ¿será esto lo que los consumidores realmente quieren?. Es decir, tener acceso a grandes cantidades de información de cada paso de la cadena de suministro, siendo que lo más probable es que ni siquiera se les presente toda esta información, sino una pequeña instantánea de la misma.

La  respuesta es sencilla, lo que necesita el consumidor no es más ruido, ni acceso a montones de datos, sino CLARIDAD.

Una información breve y única, garantía de seguridad y eficacia del producto.

Esto se puede lograr mediante análisis del producto terminado con procesos que no solo requieren de automatizaciones, sino de procesos de transparencia bien establecidos.

Las alternativas al blockchain

En términos del trabajo inicial y la inversión, la tecnología blockchain podría considerarse excesiva, debido a que la implementación de un proyecto tan enorme como el seguimiento, que requiere de  una cantidad incomparable de trabajo e inversión con un efecto similar al análisis de punto final.

Si una marca está buscando probar el contenido de su producto, optar por probarlo antes de su uso puede ser una opción mucho más viable, brindando información sobre el producto al final, en lugar de intentar rastrear toda la cadena y cada movimiento hasta ese punto.

Por ello, un análisis de punto final adecuado puede proporcionar los datos que muchos consumidores desean sobre los ingredientes, lo que establece un sello de transparencia del producto.

Este proceso también logra el mismo objetivo de garantizar que la parte interesada obtenga las cantidades prometidas de ingredientes activos y nada más.

Por otro lado, una marca con valores probados e inversiones en imagen de marca, ofrece sus propias garantías de calidad.

Los consumidores conscientes de la transparencia también pueden querer que los ingredientes se produzcan de manera sostenible y sin explotación de los trabajadores, lo que puede terminar siendo una sola imagen y el nombre de un agricultor feliz en el origen, que muy bien puede no tener nada que ver con la integridad del producto.

Es poco probable que un consumidor busque en los datos reales de la cadena de bloques (blockchain) para demostrarse a sí mismo que la foto o el video proporcionado es, de hecho, una de las raíces del producto, por lo que el potencial de engaño aquí es demasiado grande.

Aunque este parezca un pensamiento pesimista, es la única forma en que las marcas responsables, que tienen una reputación en juego, pueden y deben acercarse a la calidad.

Antes que transparencia, la confianza lo es todo

La percepción general es que no existe todavía la total transparencia o confianza en la cadena de suministro, es decir que no se confía en ningún ingrediente nuevo sin probarlo primero.

Para esto, jugadores creíbles y responsables realizan análisis de los materiales entrantes, independientemente de cualquier Certificado de Análisis (CoA) dado.

En este caso, la  experiencia enseña a elegir proveedores confiables y optar por la marca de confianza, no principalmente porque sus productos sea mucho mejores, sino porque la fuerza de su marca no permite que la compañía se desvíe del mercado.

La forma en que se construye una marca de este tipo desde cero, el con los valores que tiene, el conjunto de reglas y consecuencias que tiene, es lo que simplemente protege a la compañía de las malas prácticas.

Desde una perspectiva monetaria, las inversiones realizadas en la marca son demasiado grandes para que pueda arriesgarse a arruinar su imagen de marca con pequeños recortes.

Por el contrario, las compañías que basan su marca en precios bajos, descuentos eternos, una comunicación llamativa y que buscan una carrera corta y rentable, no tienen nada que perder con sus marcas.

En este caso la reacción es demasiado baja y es más probable que tomen atajos basándose en una simple decisión financiera.

Una marca con valores e inversiones correctos en la imagen de marca es, en cierto sentido, una mejor garantía de calidad del producto que cualquier sistema de transparencia de la cadena de suministro que pueda ofrecer actualmente.

En este momento, son las marcas y el riesgo de reacciones negativas relacionadas con los resultados de las pruebas lo que habla.

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