Las franquicias se han extendido también al ámbito de la suplementación deportiva, y pueden ser una excelente opción, no obstante, conviene conocer con anterioridad qué implica este modelo de negocio.

¿Qué es una franquicia?

La franquicia puede definirse como la concesión de los derechos de explotación de una actividad, nombre comercial o producto, que una empresa otorga a una o varias personas.

Una franquicia suele concederse por un periodo de tiempo definido y en una determinada zona, quedando estipuladas todas las condiciones de cesión en un contrato que puede tener una vigencia que oscile entre los 5 y 30 años, y si bien existe la posibilidad de cancelación anticipada, el incumplimiento de alguna de las cláusulas puede tener consecuencias graves para el franquiciado (la persona que recibe los derechos de explotación).

Ventajas de la franquicia

La franquicia ofrece numerosas ventajas, las principales son las siguientes:

  • El negocio que se adquiere ya ha constatado su rentabilidad y su aceptación por el público.
  • El riesgo económico se reduce y además se cuenta con cartera de clientes desde el inicio de la actividad.
  • Al adquirir una franquicia se cuenta con el apoyo del franquiciador y con una política de empresa ya previamente establecida.
  • La publicidad y el marketing quedan cubiertos por el franquiciador, que al mismo tiempo ha de aportar asistencia técnica y formación continua.
  • Como las franquicias se asignan en una determinada zona y sin la existencia de otra en la misma, se reduce la competencia.
  • Al contar con la imagen de una empresa consolidada se cuenta con mayor solvencia frente a terceros en caso de ser necesario un préstamo económico, el cual también en numerosas ocasiones tramitará el franquiciador.
  • Se obtienen los beneficios de las grandes empresas pero con el manejo autónomo de un negocio pequeño.

Desventajas de la franquicia

Obviamente, la franquicia también presenta diversos inconvenientes, son los siguientes:

  • Inicialmente requieren una inversión económica alta, mayor que al emprender un negocio propio, pero estos gastos deben entenderse como una inversión cuyo objetivo es reducir los riesgos.
  • Se pierde la libertad de tomar cualquier decisión que afecte a la gestión de la empresa.
  • La franquicia conlleva el riesgo de una mala adaptación a las políticas centrales de la empresa.
  • Falta de titularidad sobre la marca comercial o el producto que se representa.
  • Depender de la gestión que realice el franquiciador.
  • Abonar de forma periódica parte de los ingresos económicos que se obtienen.
  • Si otra de las franquicias de la misma red posee un bajo rendimiento esto puede afectar negativamente al negocio.
  • Las cláusulas contractuales pueden otorgarle a la persona que cede la franquicia derechos de compra y rescisión del contrato.

Adquirir una franquicia presenta diversas ventajas y desventajas y un aspecto que determinará en gran parte el resultado es la ética del franquiciador, en este sentido, es necesario un estudio profundo de la situación antes de decidirse por este modelo de negocio.

 

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